En democracia, la soberanía reside en el pueblo que elige y controla a sus gobernantes. Winston Churchill primer ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial y de 1951 a 1955, afirmaba que “la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado”.

La democracia implica el respeto de los derechos humanos de los ciudadanos, la división de poderes, mutua fiscalización, transparencia, libertad de prensa, contrapesos y contrapoderes, poniendo límites al Estado para evitar la corrupción y el abuso del poder.

Las movilizaciones populares en demanda de justicia e igualdad, desarrolladas contra el régimen autoritario de la presidenta Dina Boluarte, han sido respondidas violentamente de manera ilegal e ilegítima, tal como señalan organismos e instituciones internacionales, violencia que expresa, también, comportamientos racistas desde el Gobierno.

Y, reiterándolo, el gobierno publica el DS 047-2023 PCM prorrogando por 60 días el estado de emergencia en el departamento de Puno, a partir del 7 de junio.

Los tres informes presentados en abril y mayo del 2023, “Deterioro Letal” de la Organización Human Rights Watch, “Situación de Derechos Humanos en Perú en el contexto de las protestas sociales”, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y “Racismo Letal, ejecuciones extrajudiciales y uso ilegítimo de la fuerza por los cuerpos de seguridad de Perú”, recomiendan que se investigue y se sancione a los responsables.

Para avanzar en construir un país mejor para todos, sin exclusiones, discriminaciones, ni explotación del hombre por el hombre, es necesario implementar estas recomendaciones y desechar la propuesta de Renovación Popular y otros que plantean el retiro del Perú de la CIDH.