Para las Elecciones Generales 2021, 24 partidos tenían inscripción vigente, por lo que estaban expeditos de participar.

Perú Nación, el Frepap y Contigo no presentaron candidatos, mientras la inscripción del Frente de la Esperanza fue suspendida. Aún así 20, agrupaciones participaron en dicho proceso que terminó por llevar al y a la actual presidenta .

Perú Libre no solo llegó a la Presidencia, también se quedó como la primera minoría en el Congreso, con 37 curules, seguido de Fuerza Popular (24), Acción Popular (16), Alianza para el Progreso (15), Renovación Popular (13), Avanza País (7), Juntos por el Perú (5), Somos Perú (5), Podemos Perú (5) y el Partido Morado (3).

Los que perdieron su inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), al no superar la valla electoral, fueron Democracia Directa, Frente Amplio, APRA, Partido Nacionalista, Partido Popular Cristiano (PPC), Perú Patria Segura, RUNA, Todos por el Perú, Unión por el Perú y Victoria Nacional.

MUTISMO

Fuera de los postulantes mediáticos, la mayoría de los aspirantes a la Presidencia han desaparecido del ojo público y son muy pocos los que se han pronunciado sobre la crisis política.

Quienes se enfrentaron en segunda vuelta, Castillo y Keiko Fujimori (Fuerza Popular), están más concentrados en las investigaciones que afrontan que en la vida partidaria.

Otros se conformaron con un cargo subnacional, como César Acuña (APP), quien es gobernador regional de La Libertad; y Rafael López Aliaga (Renovación Popular), ahora alcalde de Lima.

Hace unas semanas, , candidato de Acción Popular, renunció a dicha organización política en medio de acusaciones mutuas de corrupción entre la dirigencia y “Los Niños”.

buscó la Presidencia con Avanza País, pero actualmente está alejado del escenario político. Su último pronunciamiento fue en agosto de 2023, cuando ofreció un análisis político.

(Juntos por el Perú) ha intentado mantenerse vigente al promover las marchas contra el Gobierno pero, convenientemente, elude que fue aliada del golpista Castillo.

, excandidato de Somos Perú, llegó a ser vocero de Pedro Castillo, quien lo nombró presidente de Perúpetro y luego lo designó asesor presidencial.

Tras el arresto de Castillo, el también exaprista y exfujimorista es investigado por el presunto delito peculado cuando fue parlamentario.

El candidato de Podemos Perú, , también ha quedado fuera de los reflectores, pero porque fue sentenciado a 12 años de prisión por el asesinato del periodista Hugo Bustíos.

Quien desapareció tras la primera vuelta fue el líder del Partido Morado . Lo último que se supo de él es que se dedica a la docencia en Estados Unidos.

LLUVIA DE MILLONES

Los partidos que consiguieron una bancada reciben financiamiento público, el que debe ser usado en formación, capacitación y funcionamiento partidario.

De acuerdo con una fórmula establecida en la Ley de Partidos Políticos, el que más fondos recibió fue Perú Libre con más de S/10.75 millones seguido de Fuerza Popular (S/9.57 millones), Renovación Popular (S/8.43 millones), Acción Popular (S/8.25 millones), APP (S/7.41 millones), Avanza País (S/7.41 millones), Juntos por el Perú (S/6.87 millones), Somos Perú (S/6.61 millones), Podemos (S/6.44 millones) y el Partido Morado (S/6.20 millones).

Estos son los partidos que superaron la valla electoral, tienen representación parlamentaria y reciben dinero de impuestos para mantenerse.
Estos son los partidos que superaron la valla electoral, tienen representación parlamentaria y reciben dinero de impuestos para mantenerse.

LOS OTROS.

Entre los que no pasaron la valla y, en consecuencia, perdieron su inscripción, hay partidos que llegaron a ser gobierno.

El , por ejemplo, postuló a la exministra Nidia Vílchez, pero luego retiró su candidatura al prever una estrepitosa derrota. El nacionalismo, en tanto, volvió a lanzar a .

Actualmente, Vílchez se dedica a la actividad privada y Humala, enfrenta diversos procesos judiciales.

Democracia Directa llevó a Andrés Alcántara, de quien poco se sabe luego de su derrota.

Marco Arana, del Frente Amplio, no tiene mayor relevancia política, pero se mantiene activo en X (Twitter).

El PPC postuló al exlegislador Alberto Beingolea. Dicho partido busca ahora busca su reinscripción, mientras que el excongresista volvió a la actividad profesional.

Rafael Santos, exalcalde de Pueblo Libre, intentó ser presidente con Perú Patria Segura. Fuera de uno que otro exabrupto en redes sociales, ha desaparecido del espectro.

RUNA postuló a, quien llegó a ser ministro de Cultura del golpista Castillo. Tras dejar el gabinete se ha dedicado a criticar a la gestión de Dina Boluarte.

Fernando Cillóniz (Todos por el Perú) se mantiene fuera de la vida partidaria, pero es un habitual analista político.

Unión por el Perú lanzó a José Vega Antonio, quien tampoco ha vuelto a la vida política partidaria.

Finalmente, Victoria Popular tuvo como su candidato al exfutbolista George Forsyth. Lo último que se supo de él es que había vuelto a casarse.

“DE OCASIÓN”.

Para el politólogo de la PUCP Fernando Tuesta Soldevilla, las agrupaciones están en un círculo vicioso en el que “hay candidatos que no tienen partido y partidos que no tienen candidatos”.

“Entonces, lo que esta dinámica desata es un acuerdo de intereses. El partido que no tiene candidato permite que ingrese una persona para que sea no solo el candidato, sino para arrastrar una votación parlamentaria, entonces son candidatos de ocasión. Ahí podemos decir que el caso quizás más conocido es el de , refirió.

Añadió que también hay fundadores de partidos que tienen control sobre estos y manejan a la militancia con disciplina férrea, como Keiko Fujimori, en Fuerza Popular; Vladimir Cerrón, con Perú Libre; y César Acuña; en APP.

“Ese tipo de partidos carecen de un nivel suficiente como para que todos sus candidatos sean militantes. Entonces lo que hacen es incorporar invitados, pero esto también es un acuerdo episódico. Por eso, terminada la elección, usualmente se dividen las bancadas”, aseveró.

Por su parte, el politólogo Omar Awapara Franco señaló que un postulante presidencial no puede desaparecer de la escena política solo porque perdió las elecciones.

“Sospecho, y espero que sea así, que haya algún tipo de actividad menos visible, pero activa, dentro del partido”, acotó.

Sin embargo, admitió que es muy difícil que esto ocurra, pues los partidos políticos “son vientres de alquiler”.

“Es un poco la analogía con el fútbol. Cuentan con la categoría, están en la primera división, hacen lo mínimo para mantenerse y luego ofertan el logotipo, la inscripción y la capacidad de alguien de proyectarse usando esos distintivos. Entonces sí, es muy poco lo que hay, fuera del ciclo electoral, en términos de vida partidaria, puntualizó.

CORREN CON VENTAJA.

Awapara, además, consideró que los partidos que recuperaron su inscripción tras perderla en 2021 (como el APRA) partirían con cierta ventaja en el siguiente proceso electoral.

“El paso del tiempo y el haber estado fuera del poder, de alguna manera, le dan la posibilidad de presentarse como una alternativa no nueva, pero por lo menos ajena a lo que ha sido la conducción del país”, puntualizó.

De otro lado, Tuesta afirmó que la facilidad con que se crean bancadas muestra la fragilidad de los partidos, “porque una bancada es la continuación de la vida del partido, pero en el Congreso”.